El pellejo duro
que cerca mi cuerpo
curtido de polvo de siglos,
el sedimento sabio
que reside en mi oído

no permite el paso
del miedo.

El pellejo culto de polvo; sabio
que ensucia mi alma
y distrae mi ansia
me alimenta y me envuelve en su niebla.

Pero lo puedes destruir.
Con una sola lágrima.

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